lunes, 8 de marzo de 2010

Un buen deseo: educación para todos




A mediados del siglo XIX la educación fue uno de los cambios sociales más evidentes de ese periódo.
La escuela lancasteriana que eran escuelas gratuitas como ahora lo son las públicas, fue muy bien desarrollada porque permitía atender a más niños en menos tiempo, ya que los niños que llevaban un nivel más avanzado ayudaban a los demás niños y se requería de menos profesores.

En 1867, cuando Benito Juaréz era el presidente, promulgó una ley para que la educación elemental fuera gratuita y obligatoria, y decretó la fundación de la Escuela Nacional Preparatoria con base en los planes de estudio propuestos por Gabino Barreda.

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